Sube industria mundial del reciclaje con trabajadores vulnerables

Ginebra, 26 ago (Prensa Latina) La industria mundial de la gestión y el reciclaje de residuos está creciendo rápidamente, pero con abundante mano de obra mal pagada y expuesta a riesgos de salud, señaló hoy una analista de la OIT.


Según explicó Valentina Stoevska, del departamento de Estadística de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los déficits de empleo digno contradicen la prioridad otorgada al sector en términos económicos y medioambientales.


Esta industria, razonó, no solo beneficia al medio ambiente al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, también desempeña un papel relevante en la creación de empleo y el sostenimiento de las economías locales.


Sin embargo, una elevada proporción de trabajadores continúa en el sector informal de la ocupación, con bajos niveles de retribución y cualificación y alta exposición a riesgos para la salud, corroboró el análisis estadístico.


Para garantizar que la industria pueda satisfacer las demandas futuras y la transición hacia una economía circular, existe una necesidad urgente de programas de reciclaje y mejora de las cualificaciones, sustenta el estudio.


Hasta la fecha, consideró Stoevska, los avances en este ámbito son, en el mejor de los casos, irregulares; aunque esos esfuerzos serían cruciales para mejorar las condiciones laborales, aumentar los salarios y preparar a los trabajadores del sector para los rápidos cambios que se avecinan.


La industria de la gestión de residuos y el reciclaje incluye empresas y organizaciones que recogen, procesan y reciclan materiales como vidrio, plástico, papel, metal y aparatos electrónicos, es decir, entidades con jugosos beneficios económico-financieros.


En cambio, los operarios a menudo enfrentan a importantes peligros para la salud, entre ellos, la exposición a sustancias químicas tóxicas, agentes biológicos y riesgos físicos derivados de la manipulación de materiales peligrosos y el manejo de maquinaria pesada, indicó la analista de la OIT.


Estos riesgos, abundó, suelen agravarse en los países en desarrollo, donde la normativa sobre seguridad y salud en el trabajo es a menudo más débil o se aplica de forma deficiente.


El marcado contraste entre el papel de esta industria en la promoción de una economía verde y las condiciones inseguras que soportan muchos trabajadores pone de relieve la necesidad de reforzar la protección, recomendó.


Además, la ocupación asalariada predomina en los países desarrollados, mientras el autoempleo es la fórmula más extendida en las naciones pobres, lo cual acentúa la precariedad, avaló la pesquisa.


Al mismo tiempo las estadísticas demostraron que el nivel de escolarización es muy inferior al de otras industrias, con una proporción significativamente elevada de trabajadores que solo tienen estudios básicos.